Simboliza la receptividad y la proyección en lontananza, y ello tanto en lo espiritual cuando la ventana es circular, como en lo material y terreno si es cuadrada o rectangular. -Si la vista a través de la ventana nos resulta agradable y soleada revela que nuestras esperanzas y posibilidades se convertirán en realidad en un futuro próximo. -Si solo observamos oscuridad es que el futuro se presenta muy incierto, tanto en lo material como en lo espiritual. -Si en lugar de mirar por la ventana nos hallamos en el interior de la habitación y vemos como a su través penetra la claridad exterior es que somos receptivos a las influencias positivas que puedan llegar a nosotros. -Cuando no penetra la luz y solo percibimos oscuridad indica nuestra falta de receptividad y nuestra cerrazón. -Si deseamos asomarnos a la ventana pero no nos atrevemos a hacerlo es una muestra de incertidumbre y el miedo a las consecuencias de una determinada acción nuestra. -Soñarnos espiando a través de una rendija abierta entre las persianas revela una curiosidad de tipo sexual. -Las ventanas enrejadas denotan una tendencia a sustraernos a la realidad. También pero en menor grado si está cubierta por unos visillos o cortinas. -Las ventanas cerradas que no pueden abrirse revelan que en estos momentos nos sentimos ahogados, limitados y sin la posibilidad de seguir adelante. -Cuando nos vemos saliendo o entrando por una ventana indica que hemos tomado una decisión equivocada, un falso camino, ya sea un negocio, un proyecto o una relación sentimental.
Comentario de Ana Maria: … a estar bien el te ama y ahí desperte