Desde la antigüedad es símbolo de poder y fuerza, pero actualmente no suele interpretarse, cuando aparece este símbolo en nuestros sueños, como sinónimo de violencia, sino atendiendo a su característica de cortar de una forma limpia y contundente. Es decir, que fácilmente el sueño puede estar haciendo alusión a una situación sobre la que debemos poner atención para cortar por lo sano con el problema que representa. Nuestro inconsciente nos está diciendo que debemos actuar con autoridad y sin vacilaciones. Otros autores interpretan como nuestro deseo interno de dar por terminada una relación.

Comentario de peco: … que a mi marido lo golpiaron y perdio algunos dientes …

Simbolizan los poderes paranormales y las grandes capacidades de la imaginación, y soñar con ellas puede representar nuestros deseos de alcanzar algo que en la realidad no nos vemos capaces de conseguir, como si con el sueño estuviéramos tratando de compensar la frustración que nos produce nuestra incapacidad. Pero otros autores sin embargo, consideran que soñar con hadas es un sueño profético que muestra la posibilidad de que se vaya a conseguir algo que consideramos imposible.

Debemos observar los sentimientos que acompañan al sueño que hablarán de nuestra preocupación por un incierto futuro económico si en el sueño nos vemos angustiados por nuestra apariencia. Pero si nos sentimos a gusto y confiados con nuestros harapos soñados indica una certidumbre de la importancia del yo más profundo que resulta más fuerte que todas las apariencias.

Puede ser un aviso de problemas circulatorios, pero también el sentimiento de que la vida se te escapa sin darte cuenta.

Si en el sueño te ves utilizándolas indica que vas a necesitar por algún asunto que te llegará, echar mano de todas las ayudas que encuentres a tu alrededor. Pero si sólo las miras en tu sueño, entonces simboliza la dificultad para aceptar la ayuda de los demás.

Debemos analizar con detenimiento qué es lo que está hirviendo, pero en términos generales puede interpretarse como si estuviéramos reprimiendo nuestras pasiones o algunas ilusiones y proyectos que bullen con fuerza en nuestro interior. Otros autores afirman que el sueño nos habla de creatividad que necesita tomar alguna forma de expresión externa.

Simboliza el crecimiento pero también los apegos y un cierto desorden. No te aferres tanto a las situaciones pues hace falta un cierto distanciamiento para ver con objetividad.

Suele interpretarse como enfriamiento en las relaciones, ya sean sentimentales como comerciales, laborales, ect… pero también puede simbolizar un tiempo de espera que lo vivencias como demasiado demorado.

Simboliza un orgullo mal entendido pero también puede referirse a una tendencia a exagerar las situaciones.

Por una parte puede estar mostrando tu deseo de afirmarte más en tu realidad por medio de rituales, ya que la hoguera aparece como símbolo en muchas fiestas tradicionales, pero también se puede interpretar como una invitación de tu inconsciente a quemar aquellas situaciones, recuerdos, ect… que son un lastre para tomar nuevos caminos en tu vida. Se trataría de una invitación a la purificación en aquellos niveles que la intuyas necesaria.

Vernos en sueños, internados en un hospital, indica nuestro temor a caer enfermos o a ser confinados en un lugar en donde no deseamos estar. Si el sueño se refiere a que visitamos un hospital pero no estamos allí internados, algunos autores lo interpretan como el aviso de que nos estamos metiendo en situaciones o envolviendo en negocios no aconsejables.

Junto con la guadaña, la hoz ha venido simbolizando tradicionalmente la muerte, pero en sueños, algunos autores la interpretan como la posibilidad de que nuestros proyectos se vean cortados de una forma fulminante. También suele entenderse en el sentido de mala cosecha o de que nuestros esfuerzos no se verán recompensados con un final fructífero.

Si el sueño está acompañado de tranquilidad y confianza indicará que estamos preparados para posibles pruebas que nos esperan, pero si el sueño viene lleno de emociones negativas refleja temor que ya estamos intuyendo, de vernos incapaces de afrontar los acontecimientos.