Es uno de los elementos arquetípicos del universo y simboliza la purificación del espíritu a través de la comprensión. Para analizar nuestros sueños con fuego, habremos de observar la forma de las llamas. Un fuego devorador, todo lo contrario que la llama iluminadora, simboliza la pasión exaltada. Un fuego pequeño pero bien encendido, sin humos, representa el deseo y ternura, nuestra necesidad de calor humano. Un fuego que quema mal puede hablarnos de traiciones o problemas, presagios que se refieren tanto al cuerpo como al espíritu. Sentirnos amenazados en el sueño, por las llamas, habla de un temor intuitivo a vernos superados por una empresa que encierra alguna deslealtad o falla. Algunos autores consideran que los sueños en que nos vemos atizando un fuego pueden tener una relación con los deseos sexuales o los deseos de venganza.
Comentario de lilian: … apagarlos con agua pero no servía de nada.
era …